30.10.07

{El sabor del té}

Ella mira a la pared sin hablar, nunca le salen las palabras cuando son importantes.
Él la odia y se lo dice cada vez que le mira la espalda.
Ninguno de los dos sabe qué hacer en el espacio compartido, en el colchón que fue mustio y castrado de emociones.
Pero ella se toca el mechón de pelo que siempre toca cuando se pone así. y lo retuerce como esperando que de él llueva alguna idea, una escena nueva.
Y mientras tanto piensa en que nunca pudo dejar de sentirse observada, y que ni en los peores momentos -como ese- puede abstraerse de la mirada superyoica plasmada en la imagen gigantesca de ella misma en la habitación. se siente desdoblada y enferma.
Él la mira pero es incapáz de adivinar sus pensamientos. con los ojos recorre sus vértebras, se detiene en los hombros, descubre el mechón de pelo, los dedos alienados en el movimiento desgastante. quiere decir algo, pero no sabría qué. no la entiende, no sabe quién es exactamente la persona que tiene al lado. se siente estafado, desilucionado, cansado.
El silencio.


Si lo soportan, más tarde alguno se levantará a calentar agua.
Y más tarde que eso, si aún siguen ahí, uno de los dos buscará obstinado la mirada del otro y permanecerán mirándose durante largo rato. quizá en algún momento de la tarde vuelvan a besarse, y se abracen con fuerza sintiéndose lejanos.
Con el tiempo recordarán haberse amado profundamente, y habrán sucumbido ante el desgarro que precede a toda nueva identidad.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Lu, Me pregunto porque tantas parejas se empecinan siguiendo juntas en lugar de disfrutar solos o con quien se les antoje. ¿O yo seré extraterrestre? ¿O estoy en el lugar o espacio equivocado?
Besos...

Anónimo dijo...

Propongo que ella sea Scarlett Johansonn y él John Cusack.

T. dijo...

Entonces nos convertimos en una serie de circunstancias. Bah, en realidad, siempre lo fuimos, pero esta vez nos caiamos de nosotros mismos, y eso era lo doloroso. Porque vos sabés que aunque no estés, seguís estando, que sé perfectamente lo que pensas, y me doy cuenta de la cantidad de veces que no me lo querés decir.
La versión lúdica de la historia dirá que nos conocimos un rato. No me satisface. La versión tétrica dirá que estamos en plena guerra. Trato de no creerla. La versión existencial nos dice que nos queremos tanto, pero tanto, que nos duele...
Pero eso no quita que nos querramos.

Lusmala dijo...

Eso Tom, la sensación que queda es lo que importa. el humo que puede nublar la vista siempre termina por esfumarse, y quizá lo mejor y lo más difícil sea intentar ser consecuente con nosotros mismos durante el tránsito inevitable a lo que vamos en camino a ser. gracias!

J, la verdad que la escena me la imagino con otras caras, eh? que hacen fea pareja!
besos

Hani dijo...

Quiero verla!
me la pasas?